martes, 27 de noviembre de 2012

La educación es posible dentro de la cárcel


La cárcel está colmada de hechos violentos, no es un lugar limpio e higiénico como manda la Constitución ni respeta ningún derecho como dictan los tratados internacionales de derechos humanos.

 Sin embargo, también hay oportunidades para poder seguir adelante dentro del penal. La fortaleza personal tiene que surgir de alguna manera y así poder elegir algún camino que lleve a la libertad. En Neuquén existe, desde el Consejo Educativo Provincial una iniciativa para que los internos puedan generar su propia revista digital.

Hay otros ejemplos a nivel nacional de internos que han podido dejar de lado la difícil situación en la que viven. Según el Portal educativo del Estado argentino desde el 2003 aumentó un 170% la cantidad de internos que estudian. La condición de estudiantes resulta en una disminución de la reincidencia delictiva.

 La labor de los docentes es primordial, les brindan conocimientos y les dan la esperanza de que una vida diferente es posible. 'Nadie puede tener como destino su pasado' afirmó el entonces ministro de educación Alberto Sileoni.

Las propias palabras de uno de los escritores de la revista web de la cárcel, explica claramente cómo ayuda poder ingresar en el ámbito educativo y cultural. 'Nos fue ayudando no sólo a fomentar nuestras esperanzas, sino también nos permitió aprender a relacionarnos con ellos los docentes, con el servicio penitenciario, y sobre todo nos fue permitiendo mejorar nuestra comunicación con la familia, con nuestros seres queridos, y en nuestra convivencia diaria'.

Un ejemplo que debería seguir cada institución carcelaria es la de fomentar la participación de los privados de su libertad en revistas y diarios digitales. Un ejemplo es el de el Blog del Agote, creado por el instituto de menores que tienen problemas con la ley penal. La tarea consiste en un taller de periodismo deportivo en la que participan 30 chicos cada viernes.

Pueden haber talado el árbol
masacrar sus ramas,
triturar sus tronco
dejar agonizando sus hojas,
pueden haber quemado hasta sus raíces,
pero todavía está la tierra donde puede crecer nuevamente.
¿Sabe cuál es nuestra mejor coincidencia?
Que nuestras manos gatillaron armas (Ud por un sueño y yo por unas zapatillas)
Pero hoy escriben.
El plomo se hizo tinta que siente, que sueña.
Hay en mi una lágrima, es por sus lagrimas.
Hagamos del lamento nuestra mejor obra de arte.

 Camilo Blajaquis
Para Luis Mattini
Unidad 24 de Marcos Paz

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