miércoles, 29 de agosto de 2012

La policía y la decadencia de su institución

Cada día crecen los casos de violencia social y policial. Incluso, existen desaparecidos en democracia, algo que parece impensable.

¿Porqué cada vez que hay un conflicto social, con violencia hacia los ciudadanos, está involucrado el sistema policial? ¿Qué hay detrás del sistema de ingreso a la policía como trabajador? 


Foto extraída del sitio http://www.canal10.gov.ar
Comisaría Cuarta de Cipolletti
Estas preguntas son importantes porque al momento de ver el problema nadie ve la solución. Es decir, existen gran cantidad de denuncias, de reclamos y de repudio. Pero, quién se ocupa del contexto específico. 

Es difícil poner en cuestión todos los aspectos de un resultado de abuso de poder e injusticia constante. Por un lado tenemos cantidad significativa de víctimas de represión, jóvenes golpeados en calabozos, golpisas en las calles, etc.



Lo cierto es que en Argentina, ser policía es una salida segura en cuanto a recibir un sueldo. Sin embargo, ese sueldo para los que no ocupan cargos importantes, solo cubre lo básico para mantener un cierto bienestar.  En muchos casos, los policías cumplen tareas extras como seguridad privada para poder paliar sus gastos. Ninguna de estas consideraciones justifica ningún acto de violencia. Sólo sirve para conocer dos realidades. Es decir, no es posible que este gobierno permita que personas que están desequilibras formen parte de quienes deben velar por nuestra seguridad. 

¿Porqué está en decadencia la seguridad nacional? Si bien es cierto que las dictaduras militares ayudaron a que la sociedad desconfíe de esta institución, no hay una decisión política que ayude a reconstruir las bases de una nueva organización que sea aceptada por el pueblo argentino. 

Es tan grande la red de corrupción y mafia dentro de la policía que es compleja la situación que se vive. Se necesita un replanteo completo y de una manifestación de interés por parte de la sociedad. Mientras sólo veamos una cara de la moneda, no habrá solución al crecimiento de impunidad, solo denuncias y repudio. Hay que luchar por un cambio de raíz que complemente al bienestar social íntegro.